En una entrada anterior les compartí una receta de pan integral en la que usábamos 70% de harina integral y un 30% de harina blanca. Hoy traemos una receta de pan integral, elaborado exclusivamente con harina de trigo 100% integral. El resultado es un pan de miga densa, muy sabroso y con todos los beneficios que supone consumir cereales sin refinar.
Esta harina necesita más agua que la harina refinada por eso hemos aumentado la proporción harina/agua. La masa resultante es bastante pegajosa pero no se alarmen, no agreguen más harina porque les puede quedar muy duro el pan. Vamos a aplicar la técnica de amasados cortos y reposos en el recipiente, antes de llevar a la mesada. Esto hace que, al final, la masa sea más manejable.
Ingredientes:
500 g harina de trigo 100% integral
350 ml de agua tibia
8 g de sal
30 ml de aceite de oliva o girasol
25 g levadura fresca
1 cucharada de azúcar
En los 350 ml de agua disolvemos la levadura y el azúcar. Dejamos reposar unos cinco minutos. Mientras, en un bol grande mezclamos la harina y la sal, agregamos el aceite y el agua con la levadura.
Revolvemos bien con cuchara de madera y seguimos con las manos hasta que todos los ingredientes estén bien integrados. Tapamos el bol con un trapo de cocina y dejamos reposar 15 minutos. Repetimos esta técnica de amasados y reposos cortos, tres veces más.
Tras el último reposo corto vaciamos la masa sobre la mesa de trabajo ligeramente enharinada y la boleamos hasta que esté lisa.
Una vez boleada la masa, la metemos en el bol engrasado, la tapamos con un trapo y la dejamos reposar hasta que doble su tamaño, una o dos horas.
Devolvemos ha masa a la mesa de trabajo, ligeramente enharinada, para desgasificarla y darle forma a nuestro pan. Para ello estiramos y enrollamos, sellando bien las juntas pellizcando suavemente. Lo llevamos al molde que hemos engrasado y enharinado y lo ponemos a fermentar cubierto por una hora más.
Precalentamos el horno al máximo y colocamos un recipiente con agua en su interior. Bajamos la temperatura a 220 °C, barnizamos nuestro pan con aceite y espolvoreamos con semillas de ajonjolí, chia o linaza. Lo colocamos en el centro del horno y asamos por 20 minutos. Sacamos el recipiente con el agua y asamos por 25 minutos más, hasta que el pan adquiera un color dorado.
Dejar enfriar en rejilla antes de cortar.
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