lunes, 27 de junio de 2022

HOGAZA DE PAN INTEGRAL CON EXTRACTO DE MALTA

                                   

Una hogaza es el pan que pesa más de dos libras, por lo que es el tamaño más grande de pan. Generalmente tiene forma redonda, aunque también las hay rectangulares (si se usa molde) o irregulares debido a que así se expande en el horno. Por lo general las hogazas tienen una corteza gruesa y tostada, y una miga esponjosa. A las hogazas se les practica un greño sencillo, aunque a veces no es necesario porque se greñan solas. Es el pan icónico de la panadería de España, especialmente de las áreas rurales.

El extracto de malta aporta a los productos un excelente sabor y es ideal para todo tipo de panes, bollería o galletería. Da a la corteza del pan un color dorado y la hace crujiente, conservando esta cualidad durante más tiempo. Pero, es importante destacar que no hay que abusar, ya que, si pusiéramos más del 2% del total de la cantidad de harina, nos puede llegar a dar un sabor amargo.

Ingredientes:

1 kilo de harina de trigo integral

20 g de sal

15 g de extracto de malta

25 g de levadura instantánea

700 ml de agua

60 g de aceite



Mezclamos en un bol grande la harina y la sal. Hacemos un volcán y en el centro agregamos el extracto de malta, el aceite y la levadura.







 


Agregamos poco a poco la cantidad de agua necesaria, mientras mezclamos con las manos hasta tener una masa homogénea. 







Volcamos la masa en la encimera y amasamos durante 20 minutos. Podemos ayudarnos con el cornete. 








Cuando tengamos una masa fina la introducimos en un bol engrasado y lo tapamos con un paño. Dejamos reposar la masa durante una hora o hasta que doble su volumen. 








Terminado el tiempo de reposo, la llevamos nuevamente a la encimera, desgasificamos y la dividimos en 3 porciones iguales. 










Se bolean y se les da la forma que hayamos elegido. 






Los colocamos en moldes o la bandeja para horno que hemos engrasado y enharinado. Se dejan reposar cubiertos hasta que doblen su tamaño. 





Se le hacen pequeños cortes (greños) y se hornean en horno precalentado a 200°C por 25-40 minutos (según el horno). 







Se dejan enfriar en una rejilla.