Las donas son un delicioso bocadillo para la merienda. Se considera que su origen viene del dulce navideño que los holandeses trajeron a EE. UU. en el siglo XVI, y que ha evolucionado hacia las donas que conocemos hoy.
Generalmente se hace frita, lo cual impide que algunas personas las coman. Pero me encontré en la web una receta horneada que, con algunos ajustes, es una verdadera delicia. Quedan suaves y con un sabor exquisito. Esta es la receta que les voy a compartir hoy.
Ingredientes:
500 g harina de fuerza
240 ml de leche
10 g levadura instantánea
100 g azúcar
50 g mantequilla
3 yemas
1 pizca de sal
1 cucharadita de vainilla
Aparte, mezclamos 470 g de harina con 1 pizca de sal y el resto del azúcar. agregamos las yemas y el fermento.
Revolvemos bien y llevamos a la mesa para amasar por cinco minutos.
Adicionamos los 50 g de mantequilla blanda y amasamos unos quince minutos más hasta que la mezcla deje de ser pegajosa y no se peque a ninguna parte. Te puedes ayudar con el Cornet para facilitar el trabajo. No es necesario agregar más harina porque las donas pueden quedar duras.
Cuando esté lista colocas la masa en un bol, lo tapas y dejas reposar por una hora.
Una vez que la masa duplicó su volumen la regresamos a la mesa enharinada, la estiramos con rodillo hasta los 5 mm de espesor y se cortan las donas.
Se colocan en una placa enmantecada, se tapa y se deja reposar 20 minutos más.
Se dejan reposar y se decoran a gusto, ya sea con chocolate derretido o glasé