Como
dije en la entrada anterior, con la pulpa sobrante de la elaboración del
almidón de yuca, podemos hacer casabe.
El
casabe de yuca, o simplemente casabe o cazabe, es un pan ácimo, crujiente,
delgado y circular hecho con harina de yuca. Su producción se remonta a tiempos
prehispánicos, a partir de la yuca o mandioca, la cual era junto con el maíz
uno de los cultivos de la época precolombina. Debido a las posibilidades de conservación,
el casabe era una de las fuentes fundamentales de alimentación de los indígenas
taínos, caribes y arahuacos, habitantes nativos del Caribe.
Para
hacer casabe se sacaba de la tierra la yuca amarga o brava, se pelaba y se
rallaba para luego prensarla con un sebucán –
tamiz en forma de tubo de 3 a 4 metros de largo hecho con hojas de palma
– para eliminar el líquido lechoso y amargo llamado yare, el cual es veneno. La
pulpa se extendía en un budare para tostar en tortas delgadas y redondas.
En
la actualidad el casabe se hace con yuca brava o amarga y con yuca dulce,
siendo el primero el que alcanza mayor duración.
El
primer paso para fabricar casabe con yuca dulce consiste en pelar y lavar muy
bien la yuca. Acto seguido se ralla en un recipiente con un poco de agua, para
que suelte el jugo lechoso.
Una vez obtenida la pulpa se exprime recogiendo el
jugo para hacer el almidón. A la pulpa se le deja residuos moderados de fécula,
para que al asar las tortas se unan con facilidad.
La pulpa exprimida se orea un rato para terminar de extraer la humedad sobrante.
Luego se cierne para deshacer los grumos y retirar las partes muy gruesas.
Se va echando sobre una plancha caliente, se esparce bien para que tome su
forma redonda, de espesor muy delgado, y se marcan los bordes con espátula de
madera.
Cuando adquiera un tono ligeramente dorado por un lado se voltea y se asa por el
otro. Se retiran del fuego y se dejan reposar para que terminen de secar y
endurezcan.
El
casabe puede comerse solo o como acompañamiento de otros platos como cualquier
pan. En la costa norte de Colombia cuando todavía están calientes y flexibles
se rellenan con dulce de coco o plátano y se doblan en dos como una empanada o
panocha y se llama casabito.