Cuenta el relato popular que la fainá es originaria de Génova y que llegó a América en el siglo XIX, con los inmigrantes, haciéndose la compañera inseparable de la pizza Napolitana, especialmente en Buenos Aires y Montevideo.
Hay muchas recetas de fainá, pero todas siguen la regla de ¼ del peso de la mezcla de harina de garbanzos, ¾ de agua, sal, pimienta y aceite de oliva. En Italia se conoce como farinata o torta di ceci.
Lo ideal es precalentar el horno y la fuente con aceite antes de agregar la mezcla para que se forme ese piso crocante. Se debe obtener una pieza compacta, dorada, con la base crocante y el interior suave, de no más de 1 cm de espesor.
Ingredientes:
250 g harina de garbanzos
750 g de agua
60 ml aceite de oliva
4 cucharadas queso parmesano
85 g aceitunas negras
Sal y pimienta
Ir agregando poco a poco el agua, para evitar los grumos.
Luego agregar el aceite de oliva y el queso parmesano. Batir bien para que la mezcla quede uniforme.
Agregar la mezcla sobre la fuente caliente y por encima las aceitunas picadas finamente.